Una línea conceptual unió las homilías del Arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli y el Obispo de San Luis, Monseñor Gabriel Barba: un pedido directo a los gobernantes para que respeten la igualdad ante la ley, que promueven esperanza, futuro y respeten la dignidad de cada persona, y que actúen con prudencia para vivir en paz y prosperidad.
Ambas autoridades de la Iglesia Católica argentina dieron sus discursos en los Te Deum tradicionales del 25 de Mayo, uno en la Catedral Metropolitana y el otro en la Catedral puntana.
El cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, pidió que la «prudencia» de las autoridades y la «honestidad» de los ciudadanos «robustezcan la concordia y la justicia», para así poder «vivir en paz y prosperidad».
«Señor, atiende nuestros ruegos por la Patria, para que la prudencia de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la justicia y podamos vivir en paz y prosperidad», comenzó la homilía del arzobispo porteño.
Lo escuchaba el presidente Alberto Fernández y su Gabinete, destinatarios de un duro cuestionamiento frente a los elevados índices de pobreza e indigencia: «Cuando éste falta en tantas familias es cuando más tenemos que pensar en nuestro prójimo y sus necesidades básicas: educación, salud, justicia».
«Hay un mañana esperanzador si no renunciamos a los valores auténticos que nos vienen del pasado; siempre habrá destino si somos capaces de renunciar a nosotros mismos por algo que está más allá de nosotros mismos. Cuando pensamos en los demás antes que en nosotros, el Dios de la constitución actúa en forma soberana», dijo Poli.
El Obispo puntano Gabriel Borbo oró para que “Dios nos fortalezca en el compromiso de construir su reino, desde cada lugar en el que estamos, pero especialmente, desde todas las estructuras que deben velar por el bien común, hagamos visible en obras que generen esperanza, futuro y respeten la dignidad de cada uno de los hijos de esta Nación, salvaguardando la igualdad ante la ley e igualdades de oportunidades”.
A Barba lo escucharon funcionarios provinciales y municipales, también representantes de las fuerzas armadas y de seguridad, excombatientes de Malvinas y abanderados de escuelas.
“Hoy nos toca también, un tiempo duro y difícil, donde debemos sostener esos valores y compromisos. En un mundo verdaderamente en crisis, con una guerra que empeora aún más y complejiza nuestras débiles economías. Con una realidad muy compleja, donde urge revertir todo eso, para que nuestra Argentina sea siempre una patria que vela, cuida y protege a cada uno de sus hijos e hijas. Porque cada habitante de nuestro suelo es indispensable y necesario”, señaló.
“Necesitamos cada día más hombres y mujeres con corazones patriotas de verdad, que se manifieste en sus acciones y no tan solo en sus declamaciones”, concluyó Barba.