“Vamos a suspender las obras que recibieron anticipos financieros millonarios en los últimos días y no pusieron ni un ladrillo”, anunció el mandatario durante el primer informe sobre el estado que dejó la administración el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá.
“Con el resto de la obra pública en ejecución, nos sentaremos con cada contratista para conciliar la necesidad de continuar la obra, la preservación de los puestos de trabajo y la realidad financiera del Estado”, señaló.
Al mismo tiempo dejó en claro que anulará todo “nicho de corrupción” y “salvoconductos de dilapidación de fondos públicos”.