Por Sofia Ortiz
Este miércoles el ex ministro de Seguridad, Claudio Latini, se convirtió en el primer funcionario del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá que se sentó en el banquillo de los acusados tras llegar a juicio oral por corrupción. Está imputado por el delito de peculado, acusado de sustraer bienes públicos de Casa de Gobierno y trasladarlos hasta su domicilio en Juana Koslay.
Fue un debate atípico. Latini no asistió a horario, el Tribunal encargado de juzgarlo dictó su rebeldía y ordenó su detención inmediata. Cuando la audiencia finalizó el acusado llegó a los minutos a Tribunales corriendo, acompañado por el abogado Nedo Gómez.
Latini había sido citado a las 8:30. Jamás compareció. Faltaban tan solo tres minutos para las 11 de la mañana cuando el Tribunal, integrado por los jueces María Eugenia Zabala Chacur, Julio De Viana y Hugo Saa Petrino, tomó la decisión de iniciar el debate aún sin su presencia.
Juicio por corrupción: el ex ministro Claudio Latini intentó dilatar el inicio y apareció cuando ordenaron sus detención. (Foto: Lautaro Sánchez).
En la sala solo estaban presentes el fiscal de Juicio Fernando Rodríguez y el jefe de la Sala Penal de la Fiscalía de Estado, Santiago Calderón Salomón acompañado por el abogado Juan Trusendi. El banquillo del acusado y el de sus representantes legales estaban vacíos.
La jueza Zabala Chacur indicó que el inicio de la audiencia tenía el fin de dejar por sentada la no comparecencia del imputado y de su defensa y destacar que el resto de las disposiciones estaban reunidas para celebrar el comienzo del debate con normalidad.
A su turno el fiscal Rodríguez resaltó que Latini fue notificado el 12 de mayo sobre el inicio del debate y que ese documento cuenta con la firma de puño y letra del imputado. Es decir que no desconocía que hoy debía presentarse. Dijo que no había motivo alguno que justificara la ausencia del ex ministro de Seguridad en la sala por lo que solicitó que se declarara su rebeldía y se ordenara su inmediata detención.
El Tribunal dispuso que ante la ausencia de la defensa de Latini se designara al defensor oficial, José Luis Guiñazú para garantizar la legalidad del proceso y a las 11 ordenó un cuarto intermedio.
Una hora más tarde se reanudó la audiencia. El defensor oficial se presentó en la sala. Allí el fiscal Rodríguez reiteró las medidas solicitadas y la querella adhirió. El fiscal de Estado advirtió que Latini durante todo el proceso gozó de representación legal y que el escrito que presentó su defensor Ibáñez, para solicitar la suspensión del debate por estar afectado a una capacitación fue rechazado. También mencionó que a Latini tampoco se le dio lugar a una solicitud similar que presentó en las horas previas al inicio del debate en la que adujo que pretendía ser representado por Ibáñez.
Calderón Salomón enfatizó que la Justicia depositó confianza en Latini permitiendo que transitara el proceso en libertad y que este solo la desafió al no presentarse. Solicitó que además se le dictara prisión preventiva inter dure el debate para garantizar su comparecencia en cada una de las audiencias. Para él, Latini con su actitud presenta un claro riesgo de fuga y siembra dudas sobre su compromiso con la Justicia.
Por su parte el defensor oficial indicó que dada la situación solo pudo hacer un estudio escueto y apresurado de la causa. Aseguró que por lo visto el acusado estuvo siempre sujeto a derecho, “lo que demuestra que no tiene intención alguna de negarse a la Justicia” si no que solo busca ser representado por su abogado de confianza.
Expuso que las justificaciones esgrimidas por las partes no eran fundamento suficiente para solicitar su detención. Por todo eso solicitó que se dictara una nueva fecha para el inicio del debate para que Latini pudiera asistir de manera voluntaria y no conducido por la fuerza pública, como se pretendía. Descartó que existiera un riesgo procesal por parte del imputado dado que enfrenta un pedido de condena menor y que su domicilio real está radicado en San Luis.
El reloj marcaba las 12:15 cuando el Tribunal pasó a un cuarto intermedio para resolver. Aproximadamente cinco minutos después los jueces regresaron a la sala y expusieron la resolución.
Zabala Chacur explicó que por unanimidad resolvieron hacer lugar a la declaración de rebeldía de Latini y ordenaron su arresto. Explicó que si bien existieron escritos presentados por su defensor y por el mismo imputado las mismas fueron rechazadas. Aseguró que no existía justificación alguna que impidiera el inicio del juicio.
Guiñazú solo solicitó que en caso de que Latini fuera detenido se le informara si iba a ratificar su asistencia letrada o si iba a optar por ser representado por su abogado particular. La audiencia finalizó a las 12:20.
Al parecer Latini merodeaba por los alrededores del Poder Judicial expectante, burlando a la Justicia o creyéndose impune. Cuando se anotició de que sobre él pesaba un pedido de detención su semblante empalideció. Realizó un llamado telefónico, se reunió con el abogado Nedo Gómez y se presentó en la sala de juicio en la que debía haber estado desde las primeras horas de la mañana.
Juicio por corrupción: el ex ministro Claudio Latini intentó dilatar el inicio y apareció cuando ordenaron sus detención. (Foto: Lautaro Sanchez).
En la sala permaneció sentado hasta las 13:30 que el Tribunal y las partes ingresaron. Allí la jueza Zabala Chacur le detalló y explicó lo sucedido en la audiencia que ya se había celebrado.
Latini se mostró tranquilo, pero como sin entender que quizás con su actuar y su comportamiento su situación procesal quedó aún más expuesta. A su lado su lado Gómez no paró de mover su pie derecho permanentemente, quizás como muestra de ansiedad o nerviosismo.
El ex ministro de Seguridad tomó la palabra. Pidió disculpas y dijo que necesitaba ser representado por Ibáñez, su abogado particular y en quien había depositado su confianza y quien “por razones personales” no pudo asistir. “Estoy a derecho, estoy a disposición de la Justicia”, expresó.
Con total soltura desconoció a Gómez como su abogado. Dijo que solo lo vio dos veces y que solamente en esta ocasión lo llamó para que lo acompañara.
Ante esa situación Zabala Chacur se dirigió a Gómez. Le dijo que podía entender que Latini desconociera los tecnicismos sobre la representación por parte de un letrado, pero debía aclarar cuál era la condición de su presencia en el debate.
Gómez aclaró que entendía la voluntad de Latini de ser representado por Ibáñez. Dijo que él estaba allí porque forma parte de su estudio jurídico y que no podía sobrepasar lo expresado por el imputado.
Luego habló el fiscal Rodriguez quien dijo que estaba claro que la rebeldía había sido purgada dado que Latini compareció. Enfatizó que el imputado desmereció todo lo que conlleva la organización del debate; la conformación y el desgaste del Tribunal y la presencialidad de los testigos que habían sido citados para hoy.
Explicó que en el Código Penal Argentino no existe la figura de “miembro de un estudio jurídico”, por lo que intimó a Gómez que explique si había asumido la figura de defensor o codefensor. Refirió que los defensores de Latini fueron negligentes en su actuar. Pidió que el debate se reanudara mañana con la correspondiente teoría del caso.
Calderón Salomón pidió que se le dictara prisión preventiva al acusado desde el inicio hasta el final del debate con el fin de garantizar su comparecencia y recalcó que representa un claro riesgo de fuga.
Gómez reiteró que él no podía subestimar la voluntad de Latini de ser representado por Ibáñez por lo que aseguró que su acompañamiento iniciaba en esa audiencia y terminaba allí mismo.
Diez minutos antes de las 14 el Tribunal pasó a un nuevo cuarto intermedio para resolver las cuestiones planteadas. Cincuenta minutos más tarde regresó y Zabala Chacur explicó y detalló lo resuelto.
La magistrada dijo que determinaron dejar sin efecto su pedido de detención con el compromiso de que Latini se presente con una anticipación de media hora a cada una de las audiencias fijadas para el juicio.
Juicio por corrupción: el ex ministro Claudio Latini intentó dilatar el inicio y apareció cuando ordenaron sus detención. (Foto: Lautaro Sanchez).
En cuanto a la presentación realizada por Ibáñez, quien de manera intempestiva solicitó la suspensión del debate tras aducir tener un curso de capacitación en Buenos Aires, resaltó que fue rechazada. Es por eso que determinaron dictar el abandono de la defensa “por no haber comparecido al acto más trascendental del debate”. Tras ello determinó que el juicio se reanude mañana a las 9 y que el imputado sea representado por el defensor oficial José Luis Guiñazú, sin perjuicio de que pueda designar a otro letrado de confianza sin que eso implique la dilatación o interrupción del proceso.
Los hechos que se le atribuyen
La causa se originó en la denuncia de su sucesora, la actual ministra de Seguridad Nancy Sosa, quien advirtió el daño y la sustracción de bienes de la oficina ministerial en Terrazas del Portezuelo.
De acuerdo a la acusación que realizó el fiscal Ricardo Barbeito, el 7 de diciembre de 2023, Latini ordenó a dos policías que cargaran en un móvil oficial distintos objetos pertenecientes al Estado provincial.
Los efectivos trasladaron hasta la vivienda del ex funcionario en Juana Koslay una cafetera de cápsulas Nescafé, un sofá de tres cuerpos Mónaco Stone, una mesa de centro Eiffel, dos televisores LED Hisense de 43 pulgadas, una notebook Intel, un disco duro con las grabaciones de las cámaras del sistema DVR y tres monopatines eléctricos con sus kits de protección. Uno de esos monopatines fue entregado a su entonces secretaria, Evelyn Sosa.
Para la Fiscalía, Latini abusó de su cargo y de la confianza depositada en su función, utilizando a personal policial que se encontraba bajo su mando para ejecutar el traslado.
Pedido de condena
Durante la audiencia de control de acusación, realizada en febrero, el juez de Garantía Juan Manuel Montiveros Chada admitió en su totalidad la acusación.
En esa instancia, el fiscal Barbeito solicitó 2 años y 6 meses de prisión en suspenso y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, mientras que Calderón Salomón, pidió la pena máxima de 7 años.
Video: Blas Abayay – Edición: Juan Ledesma