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Este martes el gobernador Claudio Poggi entregó 171 viviendas a vecinos de la ciudad de San Luis. Los adjudicatarios esperaron 14 años para tener las llaves de sus casas. Formaban parte de los planes habitacionales “Progreso” y “Sueños” de 2011: habían comenzado a pagar las cuotas, debían recibirlas en 2016, pero nunca se las entregaron.

“Llegó el día en donde el sueño de la vivienda propia se concreta. Ahí están todas las casas de ustedes. Es una alegría compartida: la concreción de la vivienda por la cual tanto esperaron y, desde la parte de Gobierno, la alegría del deber cumplido y de haber honrado la palabra empeñada”, celebró

El gobernador relató, en una suerte de crónica, la odisea que vivieron 1.500 sanluiseños durante estos 14 años y que comenzó en 2011: “Los ajenos lo verán aislado, pero ustedes lo tienen bien claro. Se inscribieron en un plan habitacional en mi otra gobernación, con las cuotas de 350 y 500 pesos. Se empezó a construir en los cuatro años de mi gobierno; de un total de 14 mil se construyeron 12.500 casas. En diciembre de 2015 se venció mi contrato y quedaron pendientes para el 2016”.

Según referenció, los recursos presupuestarios para hacer las viviendas estaban previstos hace 9 años, con fecha de finalización también en diciembre, pero de 2016. Algo que nunca ocurrió. Por el contrario, los adjudicatarios sufrieron el abandono del Estado y, como contó una beneficiaria, la respuesta del Gobierno de ese momento era: “Reclamásela a Poggi”.

“Yo me encontraba con ustedes y otras familias en la misma situación y me decían que se habían inscripto, que habían pagado las cuotas. Seguían pagando porque confiaban en el Estado, no en un gobernador en particular. Pero llegó un momento en que les cortaron la cuota en 2017, no les daban respuesta, no les dieron la casa y los maltrataban”, recordó.

En su discurso, mencionó las vivencias que le relataban los vecinos en la calle. La paralización de las obras y la falta de respuestas durante años sumieron a las familias en un profundo sentimiento de frustración y tristeza. Habían depositado su proyecto de vida y el futuro de sus familias, convencidos de que el compromiso asumido por el Estado se iba a cumplir.

“Esa desesperanza yo la compartía mientras me juntaba con ustedes en esos años que no fui gobernador. Y lo único que atinaba a decirles, con una rendija de esperanza, era que si tenía la oportunidad y el honor de volver a gobernar la provincia, las primeras casas que íbamos a hacer eran las de ustedes. Y hoy estamos honrando la palabra. Les pido disculpas en nombre del Estado provincial que no les había cumplido”, asumió.

Pero con un halo de optimismo y con la intención de no dejar atrás el pasado, sino el rencor, el Gobernador remarcó que ahora el futuro es diferente y que una casa es sinónimo de familia. Por eso lanzó este año el nuevo plan habitacional “Tenemos Futuro”.

“El viernes vamos a completar el 100 por ciento de los casos como ustedes. Y ya hemos lanzado el plan nuevo. Seguramente hijos de ustedes, hermanos, sobrinos y familiares están inscriptos en él. Un tercio de las familias de la provincia no tiene casa propia. Entonces dictamos una Ley de Emergencia Habitacional, de manera tal que el presupuesto, el 50%, vaya a vivienda”, detalló.

El fondo habitacional, explicó el mandatario, se nutrirá año a año de los recursos destinados a la construcción de nuevas viviendas y también de las cuotas que deberán abonar los adjudicatarios. En un plazo estimado de dos a tres meses comenzará el cobro de esas cuotas, cuyos montos ya son conocidos por las familias, a través de la boleta electrónica.

“Ese fondo va a servir para seguir haciendo las casas de sus hijos, nietos y sobrinos. Entonces les pido que cumplan con esa cuota en cuanto les empiece a llegar la boleta electrónica”, cerró. Y brindó, simbólicamente: "Hoy es un día de fiesta, la Navidad de 2025 la van a celebrar en su casa propia".