CON MÁS DE 500 DIAGNÓSTICOS EN 2024, EL CENTRO ONCOLÓGICO INTEGRAL REFUERZA SU ROL COMO REFERENCIA PROVINCIAL EN CÁNCER
El director, Diego Romero Guiñazú, explicó cómo trabaja la institución, qué servicios ofrece, cuál es la demanda actual y cuáles son los cánceres más frecuentes en la provincia. Destacó el crecimiento en complejidad, la incorporación de un abordaje multidisciplinario y la mayor aceptación del sistema por parte de la comunidad.
El Centro Oncológico Integral se consolidó en los últimos años como el principal espacio para la atención del cáncer en San Luis. A diario recibe pacientes de toda la provincia y hoy realiza entre 3000 y 3500 atenciones mensuales. Ese aumento no solo refleja el mayor acceso de la comunidad a los tratamientos locales, sino también un proceso de complejización del propio sistema.
El director, Diego Romero Guiñazú, explicó que el Centro dejó de ser un lugar exclusivo de tratamientos para convertirse en una institución con un enfoque integral, capaz de acompañar al paciente en todos los aspectos de su enfermedad. A la oncología clínica se suman servicios de odontología, estomatología, nutrición, fonoaudiología, psicología, psiquiatría, kinesiología, cuidados paliativos y trabajo social.
Ese esquema multidisciplinario permite atender no solo las necesidades médicas vinculadas al tumor, sino también las consecuencias emocionales, funcionales y sociales que impactan en la vida cotidiana de quien recibe un diagnóstico de cáncer.
Los datos muestran con claridad el crecimiento del Centro. En 2022 se registraron 353 diagnósticos nuevos; en 2023 fueron 401 y en 2024 ascendieron a 524, según las cifras preliminares que la institución presentará oficialmente en las próximas semanas.
Entre los tumores más frecuentes en San Luis se encuentran mama, próstata, colon, pulmón y cuello uterino. Solo en 2024 se confirmaron 106 casos de cáncer de mama, 65 de próstata, 59 de colon y 19 de recto. La franja etaria con mayor incidencia se ubica entre los 50 y los 70 años, aunque el equipo advierte una tendencia creciente de cáncer de colon en pacientes jóvenes, algo que también se observa a nivel mundial.
El Centro cuenta además con un área de internación de 15 camas, destinada principalmente a cuidados paliativos y a pacientes que requieren tratamientos prolongados por vía endovenosa. No es un servicio de alta complejidad, por lo que en esos casos trabajan de manera articulada con el Hospital Central Ramón Carrillo, pero sí permite resolver situaciones que demandan internación breve, controles clínicos o apoyo sintomático.
En cuanto a los tratamientos, en el Centro se aplican quimioterapia, terapias dirigidas, inmunoterapia y esquemas con drogas orales. La radioterapia se coordina con los dos servicios disponibles en San Luis, uno público y uno privado. Para Romero Guiñazú, esa articulación hace posible que la mayoría de los pacientes pueda tratarse en la provincia sin necesidad de derivaciones.
“Hoy las derivaciones son excepcionales”, remarcó, y aclaró que se reservan para procedimientos altamente complejos, como trasplantes de médula o cirugías de gran magnitud. Aun así, el director destacó que el número de traslados disminuyó porque el Centro logró mayor complejidad y también mayor aceptación de la comunidad, que antes solía buscar atención en otras provincias apenas recibía el diagnóstico.
Uno de los desafíos más importantes, sigue siendo la llegada tardía de algunos pacientes, especialmente en cáncer de pulmón, donde muchos casos se diagnostican cuando la enfermedad ya está avanzada y las posibilidades de tratamiento son limitadas. “Pacientes que llegan a etapas iniciales tienen prácticamente el 90% de posibilidad de que se cure, así que eso es algo muy importante”, expuso.
El miedo, la falta de información y las barreras sociales siguen siendo factores que retrasan las consultas. Por eso, insistió en la importancia de fortalecer la prevención, promover hábitos saludables y fomentar los chequeos periódicos.
“Estamos profesionalizándonos cada vez más para brindar una atención de excelencia”, resumió. Para el Centro Oncológico Integral, el objetivo no es solo tratar el cáncer, sino acompañar a cada persona desde el diagnóstico hasta su rehabilitación o, cuando no es posible, asegurar el máximo bienestar y calidad de vida.


