Este lunes y en el marco del Día del Trabajador, una multitud viajó hasta Villa de la Quebrada para venerar al Santo en la previa a su celebración del miércoles.

“Cuando las hojas se ponen amarillas es momento de ir a la Villa de la Quebrada y a Renca”, sostuvo el obispo de San Luis, Gabriel Barba. Monseñor arribó al mediodía a la localidad del departamento Belgrano y permanecerá durante toda la jornada.

En declaraciones a El Chorrillero expresó emoción por la devoción de los fieles que se cruzó en el camino, quienes iban en autos, caballos, bicicletas o a pie: “El Cristo de la Quebrada está en el corazón del pueblo”.

Barba transmitió la necesidad de renovar la fe, la esperanza y también de cumplir las promesas para que “Dios reine en nuestros corazones”.

“Si hay algo que no podemos perder es la esperanza. Los argentinos somos diplomados en asumir y enfrentar crisis. Otra vez estamos en lo mismo. Hay que cuidar la vida y la esperanza”, reflexiónó sobre la realidad del país.

Este martes Barba se trasladará a Renca, mientras que el miércoles encabezará las celebraciones en ambas localidades.