HOGARES QUE CRECEN Y 216 FAMILIAS QUE SIEMBRAN UN FUTURO MEJOR EN LA ZONA SUR
El gobernador Claudio Poggi encabezó la tercera entrega de viviendas de los planes ‘Progreso’ y ‘Sueños’ en la capital. El encuentro, además de simbolizar un acto de justicia social, demostró que el ‘sueño de la casa propia’ en San Luis existe y “llegó para quedarse”.
Este jueves, entre lágrimas de alegría, el gobernador Claudio Poggi encabezó en la capital sanluiseña la tercera entrega de viviendas a los adjudicatarios de los planes ‘Progreso’ y ‘Sueños’. Allí, 216 familias después de una larga espera, recibieron las llaves de su casa.
Durante la jornada, el Gobernador dio un discurso donde además de darles la “bienvenida a los nuevos adjudicatarios”, realizó un recorrido por la situación que tuvieron que vivir aquellos vecinos que se inscribieron en los planes ‘Progreso’ y ‘Sueños’. A su vez, recordó que cuando terminó su primer mandato en diciembre de 2015 los fondos para la construcción de las viviendas estaban previstos, pero la gestión entrante no las realizó.

Por último, el Gobernador invitó a las familias a disfrutar de este momento ya que “hoy es un antes y después”. También aseguró que “la vivienda llegó a San Luis para quedarse. Yo soy un fanático de la vivienda porque es sinónimo de familia, es sinónimo de hogar. A su vez, la construcción genera mucho trabajo que queda aquí en la ciudad”, concluyó.
El barrio ubicado en la zona sur de la capital tomó color mientras el Gobernador entregaba las llaves a las familias. A su vez, fletes de mudanzas colmaban los futuros garajes, reposeras con el mate en la mesita y niños que se animaban a salir a jugar a la calle, eran algunas de las postales que dejó esta tercera entrega.

Las voces de los protagonistas de la tarde
Laura Aguilar ya estaba firme en la puerta de su casa, acompañada de sus hijas Emily, Isabella y su hijo Leandro, contó que en 2011 había conseguido un trabajo estable y por eso logró anotarse a los planes habitacionales. Sin embargo, con el cambio en la gobernación, Aguilar siguió pidiendo por el lugar que le correspondía, incluso en pandemia y con las puertas cerradas de una Casa de Gobierno desolada.
“Me querían hacer firmar para devolverme el dinero. No quise, me enojé, les dije que no y me fui. Ahí fue cuando perdí mis esperanzas”, recordó.
Aguilar recuerda con mucha alegría el momento que recibió la esperada llamada que parecía no llegar. “Fue increíble porque yo cuando me enojé en su momento iba a tirar todas las boletas. Tengo un hijo más grande que tiene 23 años y él me calmó y me dijo que no las tirara, que las guardara, que era la prueba de que yo estaba, que yo había pagado, que yo había hecho todo bien”, dijo con emoción.
Luego de 14 años, la flamante adjudicataria está en paz. “Hoy día creo que es lo que le puedo dejar a mis hijas, algún día. Hoy podemos proyectar un montón de cosas. Alquilé, viví con otras personas y no es lo mismo. No me gustaría que mis hijos pasen por eso”, concluyó.
Andrea Ponce y su marido, Esteban Crotto, rememoraron las situaciones que pasaron durante años. “En un principio nosotros lo teníamos ya por perdido, porque fue algo que no pensábamos que íbamos a llegar a lograr. Ahora estamos felices porque pudimos conseguirlo”, mencionó la dueña de casa.
Los festejos de esta familia como las de otras tantas empiezan hoy al igual que la mudanza. “Tenemos un montón de proyectos de ahora en más. Lo primero obviamente es dejar de alquilar y vivir mucho más cómodos”, aseguró Ponce.



