“NO ES INSEGURIDAD, ES ALTERACIÓN DEL ORDEN”: EL JEFE DE LA POLICÍA SOBRE LOS HECHOS EN LOS MOLLES Y LA TOMA

Aseguró que se trata de conflictos surgidos en contextos familiares o sociales. Apuntó al consumo, la intolerancia y la falta de control emocional como factores clave.

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Tras los recientes episodios violentos ocurridos en distintos puntos de la provincia, como el homicidio de Domingo Arce en Los Molles, el disturbio a la salida de un boliche en La Toma, o el homicidio de Claudio Albornoz en Juana Koslay, el jefe de la Policía, Pablo Vieytes, analizó el trasfondo de estas situaciones y sostuvo que no deben interpretarse como hechos de inseguridad.

“Son situaciones que alteran el orden público, pero no podría llamar yo inseguridad a un hecho violento como el que se perpetró en la zona de Los Molles, donde el desencadenante se da dentro del seno familiar”, puntualizó. Y agregó: “No tomaron participación terceras personas, no fue un hecho de robo, hurto o entradera. La raíz fue una situación de orden cerrado”.

En esa línea, consideró que muchos de estos sucesos responden a “inconductas sociales” más que a delitos organizados: “Existe mucha violencia, poca tolerancia a la frustración, mucho consumo de alcohol, consumo de sustancias. Y el desencadenante es el ejercicio de la violencia”.

Sobre el episodio en La Toma, detalló que el principal agresor salió de “un lugar donde estaba en esparcimiento, en recreación, y en la vía pública agredió primero a un grupo de mujeres, después a un hombre, y luego al personal policial”. “Se han visto las imágenes y las hemos compartido. Se observa cómo se enfrentó con los efectivos que estaban simplemente haciendo prevención”, sostuvo.

Vieytes insistió en que no se trató de una acción arbitraria ni fuera de protocolo. “La Policía estaba ejerciendo presencia por el solo hecho de la congregación de personas, para encauzar el tránsito público, no con otra finalidad”, aclaró.

Además, vinculó este tipo de hechos a un fenómeno que se observa en todo el país: “Se ha visto incrementada a nivel nacional la violencia y el ensañamiento de ataques contra las propias fuerzas, como si fuera el encauzamiento de toda esa bronca, ira, malestar, intolerancia con el personal policial uniformado”.

El comisario general remarcó que este tipo de conductas deben entenderse dentro del entramado social sobre el que el Gobierno provincial está trabajando y que está roto.

“Hay un componente etario en estas problemáticas. Mucha juventud se encuentra inmersa en el flagelo de las drogas, del consumo de sustancias. Se necesita mucha voluntad y cooperación ciudadana, porque la seguridad la hacemos todos”, expuso.

Finalmente, defendió la política de presencia policial preventiva en zonas donde pueden darse conflictos: “Vamos a continuar haciéndolo, le guste a quien le guste, sin atropellos, sin pasar por encima de nadie, siempre apegados a lo que marca la normativa”.