POGGI VISITÓ LA ESCUELA ‘LEOPOLDO LUGONES’ DE TILISARAO, QUE LUCE UNA INFRAESTRUCTURA RENOVADA

Previo a dejar la localidad, el Gobernador visitó a los directivos y alumnos del colegio que tuvo un mantenimiento integral que le realizó el equipo de Infraestructura Pública. Hubo charlas, bromas y muchas selfies.

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Poggi saludó a los estudiantes de la escuela de Tilisarao.

“Siempre voy a estar así, bien cerquita de la gente, de ustedes”. Ésa es una frase que el gobernador Claudio Poggi repite a menudo en cada acto para definir su estilo de gestión. Y este viernes lo cumplió, compartiendo su tarde con alumnos y autoridades del Centro Educativo N°12 ‘Leopoldo Lugones’ de Tilisarao. La visita formó parte de su gira institucional, en este caso a una institución que sobresale a partir de las mejoras edilicias terminadas recientemente por el ministerio de Educación.

El Primer Mandatario y su comitiva llegaron al edificio ubicado sobre la avenida Centenario pasadas las 15:30. La directora, Patricia Polanco, y las regentes, Érica Carina Chiavassa y Sandra Paola Cadelago lo esperaron en el hall de entrada del jardín de infantes para darle la bienvenida e invitarlo a un recorrido por las aulas, que albergan a una matrícula total de 597 chicos divididos en nivel Inicial, Primario y Secundario, con orientación en Ciencias Sociales.

“Estamos orgullosos, emocionados y los chicos están muy ansiosos de conocerlos. Es la primera vez que recibimos una autoridad en el colegio y que sea algo informal, que nos venga a visitar a nuestro lugar de trabajo y sin protocolo es para destacar”, señaló Polanco.

Los pequeños del nivel Inicial, con sus guardapolvos naranja, esperaron al Gobernador reunidos en el Salón de Usos Múltiples del jardín ‘Osito Panda’. Poggi ‘chocó los cinco’ con cada uno y dialogó con las docentes sobre sus proyectos. 

El auditorio estalló en aplausos cuando el Jefe de Estado les adelantó que agilizará las gestiones para crear una sala de 3 años. “A fines de septiembre vendremos e inauguraremos la sala”, les prometió.

Mientras hacía un breve recorrido por las instalaciones, desde el polideportivo comenzó a escucharse una arenga: “Poggi, Poggi, Poggi…”, lo llamaban los estudiantes de la Primaria, quienes lo esperaban con distintivos de regalo. A pesar del esfuerzo de las maestras, los chicos se abalanzaron sobre el visitante ilustre apenas ingresó. Lo rodearon, abrazaron, le hicieron firmar autógrafos en sus manos y hasta lo interrogaron. Por supuesto que no faltaron las fotos. 

La visita terminó como empezó: convertida en una fiesta.