La historia quedará resuelta en torno a un cambio oportuno o la continuidad de la realidad actual. Ignacio “Nacho” Olagaray, candidato del Frente Ahora San Luis del gobernador Claudio Poggi, y Damián Gómez, que va por la reelección con el padrinazgo de Alberto Rodríguez Saá, polarizan la elección.

Potrero de los Funes, una de las dos joyas turísticas más emblemáticas de la provincia, atraviesa días decisivos camino a las elecciones municipales. Definirá su rumbo en una elección que ha quedado concentrada en dos figuras con visiones distintas para los años que vienen.

Por un lado, Ignacio “Nacho” Olagaray, presidente del Concejo Deliberante que representa el proyecto de renovación y cambio desde el Frente oficialista provincial, con el apoyo también de La Libertad Avanza. Identificado con el Gobierno provincial y con un fuerte respaldo de Poggi, el dirigente viene construyendo un plan de gestión desde hace un largo tiempo que se basa en servicios públicos eficientes, espacio urbano moderno y planificación a largo plazo; identidad y sentido de pertenencia; y el turismo como motor de crecimiento, trabajo y articulación público-privada.

“Potrero debe planificarse para crecer, no improvisarse en la urgencia”, sostiene. La predisposición para recibir el acompañamiento del Gobierno es una fortaleza.

Del otro lado, Damián Gómez. Es el candidato de Alberto Rodríguez Saá que ha conducido al actual intendente al aislamiento.

El rencor que siente el ex gobernador hacia Poggi y su Gobierno, resultó ser una suerte de consejo que ha guiado a Gómez condicionando la gestión municipal.

El intendente prácticamente desestimó toda posibilidad de bajar políticas promovidas por la Provincia en los dos últimos años. Ignoró todas las señales de la Casa de Gobierno de trabajar de manera conjunta.

Potrero arrastra gestiones que lo fueron desconectando y cediendo el posicionamiento. Es un precio alto que se entiende no se puede seguir pagando.

La reciente decisión del intendente de excluir a Potrero del programa “Los 50 Festivales”  es un indicador de que no hay voluntad de integración.

El contraste: Olagaray se presenta con un plan para desarrollar una gestión aliada a la Provincia con participación ciudadana. Gómez encarna la continuidad de un modelo asociado a  Alberto Rodríguez Saá.

Lo que está en juego es todo: el rumbo que tomará uno de los principales destinos turísticos de San Luis en un contexto de expansión demográfica, nuevas inversiones y demanda creciente de servicios.

Se elige entre continuidad y más de lo mismo o los cambios y la transformación que necesita urgente si se quiere ser una ciudad que esté a la altura de la consideración nivel nacional e internacional gracias a características.