La protagonista de la historia fue Noemí Orozco que se encadenó en las puertas del Poder Judicial de San Luis para exigir que el padre de dos de sus hijos le pague la cuota alimentaria.

Según relató, hace un año comenzó con los reclamos y solo recibió el monto de tres meses (diciembre, enero y febrero). El resto de los meses nada.

“Hace un año que estoy peleando por la cuota alimentaria y me tienen a las vueltas”. De esa manera resume lo que atraviesa por estos días.

Con una cadena que cruzaba todo su pecho hizo declaraciones a los medios en la entrada de Tribunales. Allí, contó que comparten dos hijos juntos, uno de 1 año y dos meses y otro de 3 y siete meses.

Detalló que el papá “se hizo echar de un frigorífico con el objetivo de no pasar la plata”. “Busqué un abogado y le embargaron el sueldo al abuelo de los chicos. Hizo las tres transferencias, pero en marzo y abril dejó de enviarlas. Él dijo que me las pagó en mano, algo que jamás sucedió”, indicó.

“Pregunté al abuelo qué sucedía. Incumple la orden, mientras que el padre de los niños no dice nada”, agregó.

El apuro de Orozco se debe a una razón: el hijo más chico presenta un delicado cuadro médico en la piel que requiere el uso de cremas y medicamentos. A esto se le suma la asistencia a citas profesionales por la condición.

A su vez, señaló que el hombre “incumple con el régimen de visitas”.

Por ello, pidió ser atendida por algún juez o funcionario judicial para que “tomen cartas en el asunto”.