FUERTE RESPALDO DE POGGI PARA RECONSTRUIR RENCA, POTRERO Y BEAZLEY, TRES MUNICIPIOS QUEBRADOS POR EL ALBERTISMO

El gobernador visitó las tres localidades, históricamente gobernadas por el PJ albertista, y brindó un fuerte acompañamiento institucional a los nuevos intendentes del Frente Ahora San Luis que asumieron el 10 de diciembre. Todos encontraron las comunas fundidas y desguazadas, y con servicios básicos paralizados.

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El gesto no fue menor ni casual. Es una clara señal de respaldo, acompañamiento y una intención de llevar calma no solo a los intendentes recién asumidos, sino también a los vecinos. En apenas unos días de iniciadas las nuevas gestiones municipales, el gobernador Claudio Poggi, decidió poner el cuerpo y la presencia institucional en tres comunas que atraviesan momentos muy delicados y preocupantes. Beazley, Renca y Potrero de los Funes -tres municipios que durante décadas fueron bastiones del Partido Justicialista y respondieron políticamente al exgobernador Alberto Rodríguez Saá- cambiaron de signo político en las elecciones de este año tras los triunfos de la la fuerza política de gobierno Ahora San Luis. Desde el 10 de diciembre son conducidos por dirigentes de Avanzar.

El viernes el gobernador visitó Beazley donde fue recibido por Javier Díaz y este martes llegó a Renca y a Potrero de los Funes, donde le dieron la bienvenida Luis Altamirano e Ignacio “Nacho” Olagaray, respectivamente.

La decisión del mandatario provincial de recorrer personalmente estas localidades, encabezar reuniones de trabajo con ministros y funcionarios de áreas clave y escuchar de primera mano el diagnóstico realizado por los nuevos jefes comunales, tuvo un mensaje claro: el Gobierno de la provincia no dejará solos a los municipios que heredaron una situación de quiebra económica, administrativa y operativa tras años de administraciones albertistas. Más allá de cualquier asistencia material o financiera, Poggi dejó explícito un respaldo político e institucional que busca ordenar, acompañar y dar previsibilidad a gestiones que comenzaron en condiciones extremadamente adversas. Es decir que a esas ciudades llegó el cambio que votó la ciudadanía. Jamás, Renca, un ícono del turismo religioso en la provincia, Beazley, un pueblo próspero y Potrero de los Funes, villa turística de renombre de San Luis, se vieron en condiciones financieras tan duras.

Las tres comunas comparten un escenario común. Los intendentes que asumieron hace unos días encontraron municipios con cuentas bancarias vacías, deudas acumuladas, cheques girados, servicios básicos comprometidos, equipamiento inexistente o inutilizable, parque automotor destruido y una alarmante falta de documentación administrativa.

En el caso de Beazley y Renca, incluso se detectaron serias irregularidades en los registros, lo que dificulta conocer con precisión el estado real de las finanzas y los compromisos asumidos por las gestiones salientes.

En ese contexto, Romina Peralta (Renca), Damián Gómez (Potrero de los Funes) y Ezequiel González (Beazley), todos del partido de Alberto Rodríguez Saá, dejaron sus cargos en silencio y sin explicaciones públicas. Ahora, las auditorías iniciadas por los nuevos gobiernos municipales serán clave en medio de la tierra arrasada.

En Potrero de los Funes, Poggi encabezó una reunión de trabajo junto al intendente Ignacio “Nacho” Olagaray y su equipo. Allí se analizó el estado de situación en el que se recibió el municipio y se comenzó a trazar una hoja de ruta para recuperar servicios, ordenar la administración y proyectar el desarrollo de la localidad. “Hemos concluido una reunión de trabajo muy provechosa. El intendente nos contó el estado de situación financiera y de equipamiento que recibió el municipio, que él lo está explicando muy claramente a los vecinos y a los comerciantes de la localidad”, señaló el gobernador, marcando la importancia de la transparencia y del diálogo directo con la comunidad.

El gobernador Claudio Poggi se reunió ayer con el intendente, Ignacio Olagaray. (Foto ANSL)

Poggi remarcó que la Provincia acompañará al municipio para mejorar los servicios y embellecer la localidad de cara a la temporada turística, además de avanzar en convenios de obra pública y en políticas habitacionales. El mensaje de fondo: la Provincia estará presente, articulando con el municipio que, pese a su potencial, fue encontrado en condiciones de debilidad.

En Renca, la situación no fue menos grave. El gobernador se reunió con el intendente Luis Altamirano para interiorizarse sobre los problemas urgentes que atraviesa la localidad, especialmente en materia de agua potable, conectividad y servicios básicos en plena época estival. “Hemos escuchado directamente del intendente el estado de situación en que se encuentra el municipio, cómo lo recibió. Buscamos los puntos en donde la provincia puede articular y colaborar”, expresó Poggi, subrayando la necesidad de un trabajo conjunto para atender lo inmediato.

La reunión en Renca.

El mandatario provincial fue claro al señalar que la Provincia acompañará a Renca no solo con programas y convenios, sino con presencia y planificación. También dejó un mensaje: pidió “mirar el futuro con mucho optimismo” y adelantó que el Gobierno volverá a la localidad antes de fin de año para avanzar en acciones concretas acordadas en esta primera etapa de diagnóstico y articulación.

Beazley fue, quizá, el caso más elocuente del estado de abandono heredado. Allí, Poggi mantuvo un encuentro con el intendente Javier Díaz en un salón provincial porque el edificio municipal se encuentra sin energía eléctrica por falta de pago. La empresa Edesal le cortó la luz a la municipalidad por una deuda de alrededor de 30 millones de pesos y el edificio el 10 de diciembre estaba conectado a la casa de un vecino. Tan insólito como triste. El primer mandatario provincial no esquivó el diagnóstico y relató con crudeza el panorama que padece la localidad: un municipio sin herramientas, sin equipamiento, la cuenta bancaria vacía y un cúmulo de deudas y cheques girando. “Es una situación muy grave, que va a costar remontar, pero no tengo dudas que así será”, afirmó.

El gobernador Claudio Poggi y el intendente de Renca. (Foto ANSL)

Más allá de la descripción del desastre administrativo, Poggi volvió a marcar el eje político de su presencia: acompañar, ordenar y trabajar en conjunto para que el pueblo pueda salir adelante. “Queremos que Beazley y sus vecinos despeguen definitivamente y progresen”, advirtió, anticipando nuevas reuniones de trabajo en el corto plazo y una presencia sostenida del Estado provincial en el territorio. Entre paréntesis: el gobernador volverá al pueblo, pero antes la agenda de trabajo conjunto avanzará. Beazley y sus vecinos no estarán solos.

Un respaldo contundente, en persona y con continuidad

El común denominador de las tres visitas fue el mismo: Poggi no solo escuchó, sino que se mostró dispuesto a respaldar a intendentes que representan un cambio de época en municipios históricamente dominados por el kirchnerizado Alberto Rodríguez Saá. El mensaje hacia adentro y hacia afuera fue contundente. La Provincia no será indiferente frente a comunas quebradas por pésimas y maquiavélicas administraciones. En las elecciones, con valentía, los vecinos creyeron y confiaron en el cambio. Lo expresaron en las urnas y luego de que los tres intendentes hallaron en bancarrota a las comunas, el Gobierno provincial se involucrará.

En un escenario de transición compleja, la presencia del gobernador aparece como un factor determinante para dar estabilidad a gestiones que recién empiezan. Antes hubo intendentes que habían convertido a sus pueblos en feudos.

Renca, Potrero de los Funes y Beazley atraviesan un momento bisagra. La herencia recibida es pesada. La desidia de dirigentes que se creyeron “dueños del pueblo” se terminó. Con ese mensaje llegan las nuevas autoridades.

El apoyo de Poggi y su Gobierno está y es una señal clara de que el rumbó cambiará. No se trata solo de recursos, sino de gestionar con responsabilidad. Las nuevas autoridades tienen la misión de producir el cambio y reconstruir sus pueblos.