Este lunes por la mañana Facundo Camargo, propietario de CMG lubricentro, llegó a abrir el comercio y notó que los portones estaban abiertos. Habían forzado las cerraduras y candados.

Los delincuentes robaron una pistola de impacto, cricket, taladro, amoladoras, filtro de vehículos, aceites para autos y motos, llaves, tubos, dinero en efectivo y otras herramientas.

El damnificado hizo aviso inmediatamente a la Policía y mientras realizaban las pericias se dirigió a Comisaría 1°A para radicar la denuncia.

Mientras se encontraba en la dependencia, un amigo que trabaja en el centro de monitoreo le comentó que en la madrugada del lunes se había detenido a un hombre en Avenida Juan Gilberto Funes y Constitución con elementos de dudosa procedencia.

Le notificó a la Policía y le afirmaron que el hombre estaba en esa Comisaría, pero que “la Justicia ordenó liberarlo porque yo no hice la denuncia en el momento que había entrado a robar siendo que yo no sabía”, manifestó Camargo a El Chorrillero.

Otra de las razones por las que se ordenó la libertad fue que lo agarraron a una cuadra del lubricentro y no tenían las pruebas suficientes para decir que el detenido había entrado a robar pese a que lo encontraron con los aceites que faltaban en CMG. “Él puede decir que se los encontró tirados fueron las palabras que me dijeron”, enfatizó la víctima.

“Muy enojado y con bronca sabiendo que estaba haciendo la denuncia y al delincuente lo estaban liberando”, expresó Camargo.

Solicitó que si a alguien le llegan a ofrecer herramientas y coinciden con las sustraídas, que den aviso porque son muy útiles e indispensables para su labor.